lunes, 10 de junio de 2013

Integral del Valdecebollas

La semana pasada participé en el maratón de montaña del Valdecebollas, la Integral, nunca me he dedicado a correr, aunque si que lo he hecho como entrenamiento para la montaña, pero esta vez las circunstancias me llevaron a correr para correr.

A veces empiezan a coincidir demasiadas cosas de manera curiosa hasta que se convierte en una "curiosidad sospechosa", conexiones entre personas, conversaciones y motivaciones, tantas cosas que se hace difícil escapar al influjo del destino, ese fin de semana sin duda, tocaba correr...

Mi compañero en la carrera iba a ser Javi, una de las razones por la que corrí, creo que de hecho su compañía ha sido la razón principal, un auténtico lujo; compañero coach, corredor "autónomo" hasta el punto de diseñarse una maratón para correrla sólo, por el reto, por probar para si mismo que con unas cuantas décadas la cabeza está por encima de las capacidades físicas.

Yo le lié en esta "aventurilla" y le costó poco decir que si, que se animaba; para mi, su participación hizo que incluso dejase de escalar, porque llegados a este punto, en el que asumimos hacer la carrera juntos, el asunto no era apuntarse y prepararse, el objetivo era llegar juntos, LLEGAR.

Durante el tiempo que estuve entrenando no quise publicar nada, se me ocurrían cosas interesantes para contar pero preferí vivienciar las experiencias y quedármelas para mi mismo, el día que iba como un tronco pesado corriendo, el que salí a correr dos horas y se me acabaron los caminos y el que hice 25 km por el recorrido de la carrera.
Ya que se trataba de una prueba larga ,42 km con 4.400 m de desnivel acumulado (2.200 + 2.200) me planteé trabajar el tema mental.

En la cumbre del Valde un día de entrenamiento
Se suele relacionar en el deporte el tema mental con la motivación, pero el estrés previo a la carrera podía aparecer, los miedos o las creencias limitantes podrían influir en que no consiguiese mi objetivo, más que la falta de entrenamiento.

Me ayudaron dos personas en el tema del entrenamiento: Fran Caballero (Linum Berco) gran atleta y mejor persona, que planificó dos meses de duro trabajo que no pude seguir, pero me marcó una pauta y el que pensase que podía hacerlo me animó, el otro es Quico Arribas tan bueno que sólo estar a su lado es casi hacer trampas, me asesoró en base a lo que él llama "entrenar por sensaciones", apoyando así la táctica que yo había escogido.

Decidí no juzgar mis entrenamientos, no medirme, no compararme ni con otros ni conmigo mismo, si un día que esperaba correr bien lo hacía mal, no le daba importancia, si un día no me apetecía correr o me sentía demasiado cansado, no corría.

Para mi la opinión de los demás, sus consejos han representado mucho durante mucho tiempo, tengo la suerte de compartir mi vida con muy buenos deportistas, grandes personas y con una cabeza excepcional, pero desde que me dedico al coaching veo puntos de mejora en sutilezas, expresiones como: "para acabar una maratón hay que correr todos los días" o cosas así suponían sentecias influyentes en mi forma de entrenar y podían conformar creencias.

Decidí escuchar y escoger lo que me venía bien, pero no solo a nivel físico, saber que iba a acabar entrenase lo que entrenase era lo que me movía, daba igual si un día salía mal o que otro día fuese genial, mi guía era el disfrute, saber que iba a pasarlo muy bien en el recorrido de la carrera. La verdad es que el lugar por dónde va el recorrido invita al disfrute, el Valdecebollas es para mí una montaña muy especial, es el germen podría decirse de esta afición y es el escenario de muchas "primeras veces" desde mi primera excursión invernal hasta el escenario de los dos primeros proyectos de sietequince 1 y 2, y ahora iba a ser el camino hacia el primer maratón, conozco sus piedras, sus pendientes, sus distancias... corría en casa, y desde casa cuando salía a entrenar, veía gran parte del recorrido.

El día de la carrera empezó con Javi, en Barruelo me encontré con muchas caras conocidas de gente que hacía mucho tiempo que no veía, saludos, abrazos, y Eladio da la salida; calma mucha calma 42 km por delante son muchos kilómetros.

A partir del kilómetro 17 mi mente saltaba del cansancio a la duda, expresiones como - no llevo ni la mitad de la carrera y voy reventado - hacían mella, pero al legar al avituallamiento del Valde estaban Raquel y Paula con comida, bebida y algo mucho más importante que va directamente al cerebro y de ahí a las piernas: ÁNIMO,  esperé a Javi que venía al límite (de tiempo) y seguimos, lo mas duro ya estaba hecho a partir de ahí el desnivel va a cachitos, los mas de mil metros desde Barruelo a la cumbre en 21 km se han hecho duros.
Avituallamiento de cuerpo y mente


Javi Coach y Javi "Maratones"
La cresta que tantos inviernos hemos recorrido por la carretera en sentido inverso, con la mochila cargada de hierros no nos va a hacer desistir, un camino técnico entre la niebla y el viento me hace sentir por momentos un poco alpinista en medio de una carrera, el llevar delante a una chica en pantalón corto diciendo que los kilómetros caen sin darse cuenta y que no tiene frío me anima aún mas.

De camino a la cresta
En La Collada está de nuevo Raquel, para quedarse con las mochilas y la ropa, 14 kilómetros restan para acabar nuestra primera maratón, conseguir el objetivo está al alcance de la mano, me había preparado para este tramo mentalmente, Quico y Alma me lo habían descrito y me habían dado una pauta, disfrutad y tomadlo con calma, así hicimos, un precioso recorrido entre bosques, un incómodo camino bajando al lado de un río, un cortafuegos y llegamos a los aerogenadores, dos kilómetros cuesta abajo nos separan de la meta.

Poco a poco fuimos bajando, unas praderas, la Fuente de La Escalerilla, el bosque, el pueblo y en la meta de nuevo gente querida, contentos ellos y contentos nosotros.
Objetivo cumplido, podría decirse, pero creo que queda más bonito decir que ha sido compartir el sueño de un amigo, un sueño que nos llevó algo más de siete horas y que por unos minutos no fueron siete_quince.

Haciendo el numerito de entrar corriendo en meta
Y ahora sí, hemos terminado un maratón
Ha sido un placer correr la carrera de Eladio, medida por Linum al lado de Javi y de la mano de Quico y Alma, con Rubén corriendo ultramotivado y siempre acompañados de Raquel que no nos dejó solos ni un momento, también fué un placer encontrarse con chicos del campus de trailrunning, y con  Mario, René, Alex y alguno más que seguro que me olvido.

Gracias por compartir aventurillas.








8 comentarios:

  1. Decidí escuchar y escoger lo que me venía bien...
    Bien jugado Diego ¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Cada uno es cada uno con sus "cadaunadas" y en base a ellas actuamos, muchas gracias Hambrunas, por todo.

    ResponderEliminar
  3. Felicidades por ser capaz de encontrarte, ahora toca seguir buscando, y seguir encontrando todo lo que queda. Ha sido un gran dia.

    ResponderEliminar
  4. Veo que tu andas buscando algo en las entrañas de la tierra, a ver si coindimos en superficie un día de asueto, ¡un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Enhorabuena crack por acabar ese pedazo de maratón (me diste mucha envidia cuando me dijiste que no te la habías preparado y la ibas a hacer... yo no me atreví) eso si´, te vi entrar en meta y estabas entero, por lo tanto a seguir así!

    ResponderEliminar
  6. Hombre entrenar he entrenado, lo que pasa que si hubiese entrenado algo más podría haber llegado algo más entero, los días siguientes fueron los duros, lo que pasa es que me planteé entrenar sólo cuando el cuerpo me lo pidiese, y suplí el físico con la motivación y la determinación.
    ¡Gracias y a ver si coincidimos por los montes mas a menudo!

    ResponderEliminar
  7. Enhorabuena! Que buena pinta tiene la Carrera, ya me enseňaras eso de entrenar la motivación! Un abrazo Pablo de la Parte

    ResponderEliminar
  8. Claro que si Pablo, como cada vez que nos vemos hablaremos de temas interesantes, un abrazo.

    ResponderEliminar